La Mente | El Procesador Humano.

Mente y cerebro

Aunque filósofos, psicólogos, educadores y demás no pueden concretar con exactitud qué es la mente, reconocen que cuanto más averiguan sobre ella, más asombrosa parece. Se ha dicho, que si la especie humana usase de todos sus recursos para construir una computadora que hiciese todo lo que hace una mente humana normal, esa computadora sería tan grande como la Tierra y, además, no habría nadie que supiera programarla.




Mente y materia

Antes se pensaba que el hombre se componía de espíritu y materia, siendo la materia algo visible y palpable, que ocupaba espacio y tenía peso; el espíritu sería aquella parte de la persona que no ocupa lugar en el espacio y que no se puede pesar, ver o tocar. En los dos últimos siglos el debate llegó a verdaderos extremos, arguyendo unos que el espíritu no existía en absoluto y que todas las cosas se podían explicar refiriéndose al cuerpo y los otros que todo lo físico era mera ilusión y que la única realidad era el espíritu. Algo de estos argumentos ha llegado hasta hoy, siendo el punto de vista más común que tenemos cuerpo y espíritu, existiendo entre ambos una interacción armoniosa. Por conveniencia, se describe al encéfalo como la mera materia física situada en el interior del cráneo. El espíritu (o mente) se describe como lo que el cerebro hace".




Hasta hace poco se creía que cuanto más de grande fuera el cerebro más capaz sería la mente. La idea se abandonó al pesar los cerebros de personas muertas y no poder formular ninguna correlación significativa entre la inteligencia o capacidad mental de las personas cuando estaban vivas y el peso de sus encéfalos. Surgió después la teoría de que el número de células encefálicas determinaba la capacidad de la mente. De nuevo se vio que las variaciones del número promedio de células por encéfalo no parecían estar relacionadas con la capacidad mental de las personas estudiadas.




Parece muy probable que sea el número de permutaciones y combinaciones entre los filamentos (llamados espinas dendríticas), que se ramifican a partir de la neurona encefálica, lo que determina la capacidad mental de la persona. Se sabe ahora que el promedio de conexiones de un cerebro normal es tan enorme que las estimaciones anteriores de capacidad individual se tienen que revisar drásticamente. Según las observaciones de un microbioquímico israelí, en el encéfalo se producen entre 100.000 y 1.000.000 de reacciones químicas diferentes en cada intervalo de un minuto.




Dormir y soñar

El psicólogo norteamericano Robert Ornstein ha sugerido recientemente que los dos hemisferios cerebrales efectúan funciones distintas de la mente. En el izquierdo serían los procesos más académicos, mientras en el derecho serían las actividades más artísticas e imaginativas. El interés actual por las actividades del lado derecho ha conducido a la realización de investigaciones sobre los aspectos más imaginativos, rítmicos y coloristas de la mente.




En los trabajos sobre la conciencia se ha prestado mucha atención al sueño o dormición. Los trabajos de John Lilly y su equipo sobre personas a las que se impedía dormir demostraron para su sorpresa que las personas soportaban el dormir muy poco, pero que sufrían si no se les permitía soñar. Los que dormían poco, pero se les dejaba soñar, estaban algo más irritables que lo ordinario, pero normales por lo demás. Los que también dormían poco, pero no se les permitía soñar, estaban muy perturbados a los pocos días y cierto número de ellos empezó a sufrir alucinaciones diurnas. En otras palabras, su mente precisaba soñar y, al no poder hacerlo mientras dormía, lo compensaba durante las horas de vigilia.




Se llegó a la conclusión de que, si bien las necesidades de horas de dormir son muy variables, la mayoría de las personas precisan ejercer sus facultades imaginativas y creativas mediante los procesos de los sueños o ensoñaciones. Aunque algunas personas duermen muy poco y rara vez sueñan. Trabajos ulteriores sobre los sueños y la imaginación han mostrado que en vez de ser cosas de las que debería sentirse miedo o vergüenza, los sueños pueden ser muy bien el escenario de la mente, con sus historias, juegos, exhibiciones y panorama fantásticos, que divierten, educan y, a veces, aconsejan y advierten. A medida que las personas se interesan por sus sueños y dejan de quitarles importancia o avergonzarse de ellos, pueden llegar a estar más relajadas y ser más creativas y completas". Muchas obras imaginativas se han inspirado en los sueños.




La capacidad de la mente

Los estudios recientes indican que podemos estar empleando solo una pequeña fracción del verdadero potencial de la mente. Pero con un nuevo enfoque de su funcionamiento y el inicio de la investigación detallada de los procesos memorísticos, retentivos, creativos y del verdadero funcionamiento de la relación entre la mente y el cuerpo se abren perspectivas ilimitadas. De las evidencias disponibles se deduce que el cerebro humano es el aparato más versátil y de construcción más delicada que se conoce. Es ahora cuando se empiezan a reconocer algunos de los elementos básicos de su organización.




Bibliografía:

  • Enciclopedia médica del hogar.
  • Diccionario enciclopédico de términos médicos.
  • Nueva enciclopedia de medicina y salud.
  • Gran enciclopedia didáctica ilustrada Salvat.
  • Enciclopedia Universal.
  • Enciclopedia el universo de los jóvenes.
  • Wikipedia la enciclopedia libre.
  • Microsoft enciclopedia Encarta.


Dr. Pascal

www.pascalmedical.com

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