Es un órgano sensorial que nos permite percibir los sonidos, este forma el sentido de la audición, y en los mamíferos también es el encargado del equilibrio.
Gracias al oído nos podemos comunicar, estar alerta, escuchar música y los sonidos de la naturaleza.
¿Cómo oímos?
El oído convierte las ondas sonoras en "señales" nerviosas. La parte visible del oído se llama oído externo y está formada por el conducto auditivo externo. Sigue el oído medio (que comprende el tímpano y los tres huesecillos) y el oído interno está formado por los canales semicirculares y el caracol.
Las ondas sonoras (ondas mecánicas, es decir, vibraciones transmitidas por ejemplo por el aire) llegan a través del oído externo al tímpano, que pone en vibración los huesecillos llamados martillo, yunque y estribo. Este último transmite la vibración al caracol, estructura en forma de espiral llena de líquido. El fluido transmite las vibraciones a unos receptores nerviosos especiales (órgano de Corti) de aquí parten los impulsos nerviosos que llegarán al cerebro. Éste, en base a los distintos estímulos, "reconstruye" el sonido en su complejidad.
Partes del oído
La oreja:
También llamada pabellón auditivo o pabellón auricular, es una estructura cartilaginosa (compuesta por cartílago y piel) cuya función es captar las vibraciones sonoras y redirigirlas hacia el interior del oído.
Conducto auditivo externo:
El conducto auditivo forma parte del oído externo, y se encarga de conducir el sonido hasta el oído interno. El conducto auditivo mide entre 2.5 a 3.0 cm de longitud.
El tímpano:
La membrana timpánica es una membrana elástica de forma cónica que comunica el canal auditivo externo con el oído medio. Esta vibra cuando es golpeada por el sonido. Estas vibraciones mueven los huesecillos ubicados en el oído medio y éstos envían vibraciones al oído interno.
El caracol:
También conocido como cóclea, es una estructura en forma de espiral situada en el oído interno. En su interior se encuentra el órgano de Corti, que es el órgano del sentido de la audición. Este se encarga de transformar las vibraciones del sonido en impulsos nerviosos que son enviados hasta el cerebro.
Los canales semicirculares:
Los conductos semicirculares son tres pequeños tubos, ubicados en el oído interno, estos tubos contienen líquido que nos ayudan a mantener el equilibrio. Cuando movemos la cabeza, el líquido se agita y mueve unos "pelos" diminutos de cada canal.
Los huesecillos:
También conocidos como osículos auditivos, los tres huesecillos del oído medio, se llaman martillo, yunque y estribo. Su función principal es transmitir al oído interno los sonidos captados por el tímpano mediante pequeñas vibraciones.
El equilibrio
El conjunto de los canales semicirculares son órganos esenciales del sentido del equilibrio.
Los canales semicirculares son tres a cada lado del cráneo. Están dispuestos en tres planos distintos. Cada canal termina en una especie de pequeña ampolla en la cual se encuentra un grupo de terminaciones nerviosas sumergidas en un líquido denso. Los movimientos de la cabeza provocan desplazamientos de esta masa que originan torsiones y movimientos de los "pelos" de las terminaciones nerviosas, que transmiten la correspondiente información al cerebro. Bajo los canales semicirculares existen otras dos cavidades que contienen terminaciones nerviosas conectadas con pequeños granulitos calcáreos. Éstos se mueven por la fuerza de la gravedad, y las terminaciones nerviosas informan al cerebro sobre la verticalidad de la cabeza.
Especialidad médica
La otorrinolaringología (ORL), cuyo nombre oficial es "otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello", es la especialidad médico-quirúrgica que se encarga del estudio de las enfermedades del oído, tanto auditivas como del equilibrio, de las vías respiratorias superiores y parte de las inferiores, también se encarga de la cirugía relacionada con la glándula tiroides.
Enfermedades
del oído
- Otitis externa (Inflamación
de la parte externa del oído).
- Otitis media aguda (Infección
del oído medio).
- Presbiacusia (Pérdida
gradual de la audición).
- Tinnitus (Percepción de zumbidos
en el oído).
- Cofosis (Sordera grave).
- Neuritis vestibular (Inflamación
del nervio vestibular).
- Enfermedad de Ménière (Acumulación
de líquido en el oído interno).
- Otosclerosis (Crecimiento
anormal de los huesos del oído medio).
- Barotrauma del oído (Daño del
oído por cambios bruscos de presión).
- Pericondritis (Infección del tejido epitelial que rodea el cartílago de las orejas).
- Osteoma (Tumor benigno de cualquier
tipo de hueso).
- Traumatismos (Lesiones
del oído interno debido a ruidos fuertes).
- Tapones (Tapones de cerumen que
bloquean el canal auditivo).
¿Qué
es el sonido?
Es una vibración que se
propaga en el aire. La energía que comporta la vibración llega a nuestro oído,
y es interpretada por el cerebro. Si no hay aire no se pueden escuchar los sonidos. En el aire seco el
sonido se propaga a una velocidad de unos 340 m/s, equivalente a unos 1200
km/h.
Gracias a nuestro oído
podemos percibir todos estos sonidos y disfrutar de la belleza de la siguiente
melodía.
Según la OMS El 50% de la pérdida de audición es
prevenible. Un gran número de personas afectadas por pérdida de la audición
puede mejorarla con medicamentos, cirugía y el uso de audífonos y otros
dispositivos. La sensibilización y el mejoramiento del acceso a servicios de
atención primaria pueden ayudar a reducir la prevalencia y los efectos adversos
de la pérdida de la audición.
Para mayor información en el diagnóstico de enfermedades relacionadas con el oído, consulte al especialista en la materia.
Dr. Pascal
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