Ataque Cardíaco
Conocido
con otros nombres como: oclusión coronaria, trombosis coronaria, infarto de
miocardio. La oclusión coronaria, como su nombre lo indica, es la obstrucción
de la arteria. Esto puede haber sido causado por depósitos de grasa que se han
acumulado lo suficiente para causar el taponamiento.
Puede ser
también que un coágulo sanguíneo o trombo se haya formado en la arteria
coronaria, taponándola. El ataque cardíaco se denomina entonces trombosis
coronaria. El infarto de miocardio se refiere al daño físico o muerte del
músculo cardíaco a consecuencia de la oclusión.
Los hombres
sufren más de ataques cardíacos que las mujeres. Entre los 30 y 40 años de
edad, hay un señalado aumento de los ataques cardíacos en los hombres, mientras
que en las mujeres de la misma edad es casi desconocido. La diferencia entre
ambos sexos tiende a desaparecer cuando las mujeres llegan a la menopausia; sin
embargo, entre hombres y mujeres es de 24 a 1. La incidencia de ataques cardíacos aumenta con la edad. Los años pico o de mayor incidencia son entre los 55 y 59
años. El porcentaje de muertes al primer ataque es más alto en los hombres
debajo de los 50 años que en los de 60 a 69, probablemente porque los hombres
jóvenes no tienen la circulación colateral completamente desarrollada.
Síntomas
Algunas
veces, los ataques cardíacos son de carácter tan vago que la víctima no los
reconoce. Así, durante un examen rutinario, el electrocardiograma muestra una
región dañada o infartada. Esto prueba la importancia de someterse a exámenes
médicos regulares. También, análisis de sangre especiales pueden descubrir
ciertas sustancias que entran a la circulación sanguínea cuando las células del
músculo cardíaco han sido dañadas.
Sin
embargo, la mayoría de los ataques cardíacos no pasan desapercibidos. Suelen
ser síntomas claros. Los más frecuentes consisten en:
- Fuerte sensación de ahogo.
- Dolor prolongado y opresivo o molestias en el centro del pecho que pueden irradiar hacia el hombro y brazo izquierdos.
- Sudor anormal.
- Respiración corte y superficial.
- Náuseas y vómitos (debido a esto, a veces se confunde con una indigestión; generalmente los dolores coronarios son más severos).
- A veces, pérdida del conocimiento.
Tratamiento
El reconocerla sintomatología y tomar los pasos apropiados
puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Avise al médico o lleve al
enfermo al hospital lo antes posible. El tiempo es decisivo. La mayoría de las
muertes ocurren en las horas iniciales del ataque. Por ejemplo, alrededor del
25% fallecen antes de pasar las tres primeras horas.
Frecuentemente, la muerte no se debe a un daño extensivo del
músculo cardíaco, sino a la interrupción del impulso eléctrico que inicia la
contracción del músculo cardíaco, el mismo impulso que se mide en el
electrocardiograma. Estos ritmos irregulares, incluyendo el paro cardíaco,
frecuentemente son reversibles si el tratamiento es inmediato. se han
desarrollado en los últimos años métodos no quirúrgicos de tratamiento. Entre
éstos, la angioplastia de globo ha probado ser muy eficaz. Un catéter penetra
por los vasos sanguíneos hasta la arteria coronaria que esta taponada. El globo
se infla dentro de la arteria comprimiendo los depósitos de grasa contra la
pared de la arteria. Luego, son retirados catéter y globo, y la sangre puede
volver a pasar con facilidad.
Esta técnica tiene, además de sus ventajas, también sus
desventajas. Entre los pacientes con fallas cardíacas serias, por ejemplo, sólo
uno de cada diez es un candidato para la angioplastia. El resto deberá
someterse a cirugía para by-pass.
Emergencia
La mayoría de pacientes de ataque cardíaco no llegan a tiempo
al hospital. Alrededor de 400,000 víctimas fallecen antes de llegar, es decir,
dentro de las primera hora. La evidencia confirma que muchas de las muertes
repentinas son consecuencia de fibrilación ventricular o paro cardíaco,
trastornos ambos que son reversibles si se tratan a tiempo. Este hecho dio
lugar a la idea de las unidades móviles de cuidado coronario, para llevar las
más modernas técnicas de resucitación cardíaca a las víctimas. Esta práctica
tuvo su origen en Belfast, Irlanda del Norte, en 1966, equipando ambulancias
con los equipos, la velocidad, y el personal técnico para llegar en el momento oportuno
y prestar ayuda a la víctima de ataque cardiaco. Actualmente, la práctica se ha
ido extendiendo a todas las partes del mundo, disminuyendo así la mortalidad.
Otra técnica de emergencia, la resucitación cardiopulmonar
externa o masaje cardíaco externo, ha contribuido también a reducir las cifras
de mortalidad de ataques cardíacos fuera del hospital. Utilizada junto con la
respiración artificial de boca a boca, es una técnica de emergencia para tratar
el paro cardíaco. Se comprime rítmicamente la parte inferior del esternón para
asegurar el paso de sangre oxigenada al cerebro, mientras el tratamiento médico
adecuado se aplica para restablecer la función cardíaca.
Esta técnica solo debe ser aplicada por una persona entrenada, debido al riesgo que representa; la presión excesiva puede provocar la ruptura de una costilla o la ruptura del músculo cardíaco que está debilitado.
Recuperación
Una vez pasado el periodo de crisis de 72 horas, el paciente
necesitará de tres a seis semanas en el hospital para que el corazón tenga
tiempo de recuperarse. Durante las dos primeras semanas el enfermo debe
permanecer en reposo total; las células muertas del músculo cardíaco se
eliminan y sustituyen lentamente por tejido cicatricial. Hasta que la cicatriz
se forma, esta área representa un punto débil y peligroso. Al final de la
segunda semana se permite al enfermo sentarse en una silla y, después andar en
la habitación. Recientemente se ha experimentado permitir a los pacientes
levantarse antes, a veces a los pocos días después del evento. Aunque la
mayoría de los enfermos están listos para regresar a su casa en tres o cuatro
semanas, no todos responden con total rapidez.
Alrededor del 15% de las muertes de ataque cardíaco que ocurren dentro del hospital tienen lugar en la fase post-aguda, debido a un aneurisma, que suele desarrollarse cuando la cicatriz no es todavía lo suficientemente fuerte para aguantar las presiones sanguíneas generadas por contracciones cardíacas. El aneurisma es mortal, ya sea por la ruptura del mismo o porque impide el bombeo eficaz, provocando la falla del corazón y el deterioro de la circulación.
Con el tiempo, la mayoría de los pacientes pueden regresar a
su trabajo normal. Algunos, que continúan con dolor anginoso, deben ajustar su
modo de vida. La actividad que cada paciente puede llevar a cabo tendrá que ser
una decisión individual después de consultar con el médico. Generalmente, se
recomienda tener un peso normal, evitar las actividades físicas extremas, así
como la tensión emocional; continuar con ejercicio moderado y suficiente
descanso.
Prevención
Todavía no se conoce todo lo relacionado con la arteriosclerosis, pero todo parce indicar que se debe a una serie de factores
conjuntos. Estudios de población a largo plazo han ayudado a entresacar e
identificar las características individuales y hábitos de vida que aumentan el
riesgo de un ataque cardíaco. Están incluidos en estos factores como el sexo,
herencia, sobrepeso, hipertensión, sedentarismo, fumar, colesterol alto y
diabetes, entre otros.
Se ha demostrado que con seguir un programa de dieta baja en
grasa, ejercicio moderado, control de estrés y dejar de fumar, se obtuvo al
cabo de un año la regresión significativa de la arteriosclerosis coronaria. ya
que muchos de estos factores de riesgo son controlables, se puede preparar un
eficaz programa para reducir el riesgo.
Reducir el consumo de grasas saturadas y colesterol. Por
ejemplo las yemas de huevo tienen mucho colesterol. Las grasas saturadas de
origen animal, como la mantequilla, el queso y la leche entera, también elevan
los niveles de colesterol. Tome leche descremada y consuma grasas vegetales,
siempre que le sea posible. Cocine por lo tanto con aceites vegetales y coma
pollo y pescado fresco.
Si lo recomienda el médico, mantenga el nivel de colesterol
necesario con la ayuda de medicamentos y dieta adecuada. Existen medicamentos
que ayudan a reducir lipoproteínas de baja densidad (colesterol
"malo") y aumentar la cantidad en sangre de lipoproteínas de alta
densidad (colesterol "bueno").
Controlar la presión alta. La hipertensión aumenta la
incidencia de ataques cardíacos. Un hombre con una presión sistólica (el
momento en el que el corazón se contrae) más alta de 160 corre un peligro
cuatro veces mayor que otro individuo con presión sistólica debajo de 120. En
casi todos los casos se puede controlar la hipertensión.
Evite fumar. La mortalidad por ataque cardíaco es del 50 al
200% más alta entre las personas que fuman, dependiendo de la edad y del numero
de cigarrillos consumidos diariamente. El abandonar este hábito disminuye el
riesgo coronario hasta su nivel igual al de los no fumadores.
Mantener su peso a su nivel ideal. El peso excesivo
sobrecarga el corazón haciéndolo trabajar más. Los hombres de edad media con un
sobrepeso del 20% corren un riesgo dos o tres veces mayor de tener un ataque
cardíaco fatal.
Ejercitarse regularmente. El médico le dirá cual es el mejor
programa de ejercicio para su edad y condición física. Los estudios prueban que
las personas activas sobreviven más fácilmente a un ataque cardíaco que las
personas con costumbres sedentarias.
Tomar una aspirina a días alternos, si usted es una persona
con riesgo de ataque cardíaco. Un estudio realizado durante seis años sobre
22,000 pacientes masculinos probó que quienes tomaron una aspirina en días
alternos tuvieron en proporción la mitad de ataques que quienes no la tomaron.
Especialidad
La cardiología es la rama de
la medicina que se encarga del estudio, diagnóstico y tratamiento de las
enfermedades del corazón y del sistema circulatorio.
Bibliografía:
- Enciclopedia médica del hogar.
- Diccionario enciclopédico de términos médicos.
- Nueva enciclopedia de medicina y salud.
- Gran enciclopedia didáctica ilustrada Salvat.
- Enciclopedia Universal.
- Enciclopedia el universo de los jóvenes.
- Wikipedia la enciclopedia libre.
- Microsoft enciclopedia Encarta.
Dr. Pascal
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